En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!
Adviento: un tiempo de esperanza
En esta segunda semana de adviento, encendemos estas dos velas, como un simbolo de esperanza. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
Adviento: un tiempo de gozo
En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles y llama para que calientes.
Adviento es bendición
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento." San Lucas 2, 6-7
La virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
1 comentario:
Con la nevada del lunes no pudimos encender la 3º vela.
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